Puras palabras

De chico me han enseñado que Dios creo el mundo, los animales y los hombres, y que hizo al hombre a su imagen. Me han dicho también que la Biblia es la palabra de Dios y que la Iglesia Católica es la verdadera Iglesia de Dios.
Me han enseñado que el amor de Dios es inmenso y han intentado convencerme de que los buenos católicos serán recompensados en el paraíso después de morir en el mundo terrenal. Me han dicho muchísimas otras cosas que conoce todo el mundo pero cuando quise indagar sobre algunos detalles me dijeron que las cosas debía aceptarlas como me las decían porque eso era la Fe. Todo muy misterioso para mi intelecto desconfiado y pecador.
No sé qué es Dios, no sé por qué muchas personas hacen guerras en su nombre y no sé que quiere Dios de mí. Y la verdad mucho no me interesa. A lo mejor Dios es solo una palabra que cuadra para explicar lo inexplicable, para brindar esperanza en el dolor y para incentivar a llevar una vida solidaria y ordenada.
No pretendo cuestionar la fe de nadie ni formar juicios de valor, solo quiero mostrar que no estoy obligado a creer en el mismo Dios que creen los demás para tener esperanza y tener paz.
Es algo complejo porque con tan poca sustancia Dios es sumamente poderoso para que yo lo niegue, pero también es poderoso el fantasma de la hipocresía que es fantasma al fin y acecha en todos lados aunque nadie hable de él o le endilguen culpas o bondades…